Cuando tenia 4 años adoraba escaparme de la realidad dentro del coche rojo de mi padre,Enrique no encontro mejor regalo para mi ,antes de dejar el país que dejarme su colección de cuentos (no se equivoco pues las barbies me aburrían horrores) me gustaba creer que podría encontrar un duende mágico en el jardín y me pase horas destruyendo el jardín de mi madre con el fin de hallarlos .
Mas han transcurrido tantos años desde aquello ,el jardín de mi casa no existe,el auto rojo de mi padre fue vendido pero aun creo algunos días en los cuentos de hadas...
Ayer conocí a Sebastian un hombre encantador que debe rondar por los 70 años ,el cual dejo postrada su libertad por compartir la habitación de una residencia para ancianos con Sofia el amor de su vida;Sofia vive postrada se comunica muy poco ,logra asir las manos de quienes la observamos con mucha dificultad pero siempre despierta tras el llamado de Sebastian el vigila su sueño comparte sus desvelos la ama en cada instante de lucidez en cada respiracion enlentencida por el cansancio o la tristeza que Sofia lleva cuestas.
Por que cada vez que puedo toparme con historias como estas estoy convencida que el amor existe ,que puedo aguardarlo con un café en mi viejo sofá.
linda historia,me gusto,saludos.
ResponderEliminar